Cómo reencuadrar y recortar una imagen

Uno de los aspectos más importantes de la fotografía es el encuadre, la porción de “la realidad” que mostramos. Es posible que una vez hecha la fotografía queramos verla bajo un formato diferente. Por ejemplo variar la relación de aspecto y convertir una fotografía rectangular a cuadrada, o pasar de un formato apaisado (horizontal) a vertical. A veces es necesario recortar la imagen para comunicar mejor el tema de una fotografía, y/o mejorar la composición.

En esta práctica recortaremos una fotografía para destacar un elemento, necesitando pasar de un formato apaisado a vertical.

Paso 1

Abre la imagen en Gimp.

Paso 2

Clica la herramienta de recorte (el icono es un cutter).

En Opciones de herramienta, activa las siguientes opciones:

Fijo. Elije del desplegable Proporción de aspecto. El recorte respetará la relación de aspecto que indicaremos abajo. Por defecto debe poner la medida de la imagen en este orden: ancho x alto. Activa el icono del formato vertical, y automáticamente las medidas se permutan. Si deseas cambiar la relación de aspecto introduce 2:3 (fotografía tradicional), 4:3 (pantalla de TV antigua), 16:9 (pantalla de TV actual), 1:1 (formato cuadrado) o la que consideres adecuada.

Resaltado. Escoge Regla de los tercios en el desplegable. Sobre el recuadro de recorte se dibuja unas líneas de ayuda a la composición. Un paisaje gana interés si el cielo ocupa un tercio o dos de la altura total. Los elementos que deban captar la atención, por ejemplo el rostro de un personaje, se hacen coincidir con alguno de los 4 puntos de intersección de estas rectas.

Clica sobre una esquina y sin soltar el botón arrastra. Se dibuja un rectángulo que nos permite reencuadrar la imagen. Si nos situamos sobre las esquinas o los márgenes podemos ajustar el tamaño haciendo clic y arrastrando. Si nos situamos en el centro, cuando sale sobre el cursor un icono en forma de cruz,  podemos mover el recuadro. Para recortar haz clic sobre el rectángulo o pulsa la tecla Return.

Paso 3

Observa en la barra de título que la operación elimina píxeles de la imagen, lo que implica una pérdida de resolución si deseamos mantener el mismo tamaño de impresión. Si la imagen se ha reducido mucho, el efecto de pixelado se notará. Para suavizarlo prueba a escalar la imagen como se describe en la entrada Cómo preparar una fotografía digital para imprimir.